ALIMENTACIÓN Y SÍNDROME DE DOWN
El Síndrome de Down es una alteración cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, esta condición no es una enfermedad como la mayoría de las persona creen y se caracteriza por la presencia de una copia adicional del cromosoma 21 de los seres humanos, dando lugar a 47 cromosomas en total en lugar de 46; este fenómeno existe en todas las regiones del mundo y todavía no hay explicación de por qué existe material genético extra, aunque se sospecha que puede deberse a un proceso de división defectuoso.
El síndrome de Down se caracteriza por rasgos específicos de la cara que incluyen ojos alargados, orejas y boca pequeña, lengua grande, nariz achatada y pequeña. Las malformaciones en la boca, el tamaño de la lengua y el retraso en la dentición, provocan problemas de masticación y deglución, sobre todo en el proceso de destete y diversificación.
La hipotonía o falta de tono muscular de los músculos buco faciales hace que los bebés parezcan “blandos” y complica el proceso de alimentación. La edad de inicio de la alimentación habitual se retrasa, y durante los primeros tres, cuatro e incluso cinco años, los niños con síndrome de Down siguen necesitando básicamente una dieta blanda; otras características físicas específicas, son manos pequeñas y anchas, pies anchos con dedos cortos, retraso mental (que varía en función de la persona y se clasifica en ligero, moderado o grave) y, con frecuencia problemas auditivos, visuales y defectos cardíacos.
La alimentación en bebés y niños menores de tres años:
- Dado que los bebés con Síndrome de Down suelen estar somnolientos las primeras semanas de vida, es buena idea mantener un ritmo de demanda para asegurar que al principio maman lo necesario.
- Si el bebé tiene hipotonía, esto hace que le sea más difícil succionar y mantener el apoyo necesario en el pecho. Se puede dar un apoyo extra a la barbilla del bebé a través del apoyo llamado “Dancer” donde se sostiene al bebé con el brazo opuesto al que se le ofrece el pecho. Con la mano del mismo lado que el pecho que se ofrece, se sitúa el dedo pulgar en un lado del pecho, por debajo de la palma, el índice apuntando hacia fuera, y los otros tres dedos en el otro lado de la mama. Utilizando el dedo índice para apoyar la mandíbula inferior del bebé mientras succiona.
- También se pueden que realizar compresiones activas del pecho, para facilitar la transferencia de leche al bebé. La madre sostiene su pecho con una mano, tan cerca como sea posible de su pared torácica, el pulgar de un lado y los cuatro dedos restantes del otro lado del pecho en forma de C, con una buena porción del pecho en su mano. Luego junta su pulgar y cuatros dedos, comprimiendo el pecho. Esto se debe hacer con firmeza, pero no tan fuerte que haga daño. Es de esperar que el bebé comience a deglutir de nuevo (succión de boca abierta grande-pausa-cerrar). Si es así, debes seguir comprimiendo hasta que el bebé vuelva a mamar sin tragar, no debes soltar mientras lo oyes tragar, cuando ya no lo veas tragar libera la presión sobre el pecho para que no se te canse la mano y la leche que está en otras áreas del pecho comenzará a fluir de nuevo:
- Algunos bebés dejarán de succionar. Si eso sucede vuelve a comprimir el pecho.
- Algunos bebés comienzan a deglutir cuando liberas la compresión. Si eso sucede espera y no comprimas de nuevo hasta que vuelvas a sentir que tu hijo no traga.
- Cada vez que comprimas tu pecho, mueve la posición de tu mano ligeramente en una dirección, de manera que cada vez que comprimas lo hagas sobre un área diferente del pecho.
- En menores de tres años se puede ayudar a que el niño coma por sí solo sentándole a la mesa con el resto de la familia a las horas de las comidas. El aprendizaje debe realizarse de forma gradual; al principio se le puede permitir que utilice los dedos para comer.
- Comenzar a los 6 meses con una dieta semisólida, para ello es importante colocar al niño en buena postura: incorporado en vertical y estimularle para que busque la cuchara y abra la boca, nunca hacerlo a la fuerza.
- Los alimentos han de estar bien cocinados o en el caso de la fruta, madura y blanda.
- Dar la comida en cuchara pequeña, introduciendo pequeñas cantidades en la parte central de la boca y repetir cuando la lengua esté dentro de la misma. Presionar con la cuchara la lengua hacia abajo.
- Si el niño no cierra la boca para deglutir, ayúdale con la mano a mantener la boca cerrada.
- Es conveniente que el niño pueda vernos y situarnos frente a él y establecer contacto visual.
- Para ayudarle a aprender a masticar, puedes ir aumentando poco a poco la consistencia de los alimentos, haciendo purés menos líquidos. También puedes ofrecer alimentos sólidos que se deshagan fácilmente en la boca.
- La constancia y la paciencia ayudará a que el bebé y el niño con Síndrome de Down pueda adquirir el acto de comer a corto o medio plazo.
Niños en edad escolar
El crecimiento de los niños con síndrome de Down es acelerado en los primeros años de vida y se ralentiza en los siguientes años lo que conduce a una estatura más corta que la población general, esto reduce las necesidades de alimento comparado a los demás niños pero no disminuye el apetito por lo que existe una predisposición al sobrepeso y obesidad en adolescentes y adultos, el exceso de grasa contribuye a padecer problemas metabólicos como en cualquier población, siendo el determinante genético más importante la disminución del índice metabólico en reposo, es decir, la menor capacidad para quemar o gastar el material energético que se aporta con los alimentos. La alimentación y el ejercicio juega un papel importante en la primera etapa de la vida, es por esto la gran importancia de realizar actividades físicas con el niño ya que le proporcionara bienestar y evitara el sobrepeso, es importante educar a la familia en un estilo vida adecuada a la condición del Síndrome de Down con hábitos nutricionales saludables y poder hacer sentir a la persona motivada y apoyada.
Para las recomendaciones nutricionales de las personas con síndrome de Down. Es importante que estén individualizadas, tomando en cuenta cada una de las necesidades especiales del individuo, sin embargo, algunas recomendaciones generales son:
- Tener una alimentación variada incluyendo todos los grupos del trompo de los alimentos como cereales, frutas, verduras, lácteos y derivados.
- En caso de alguna alteración gastrointestinal como reflujo se deben evitar alimentos ácidos y en caso de estreñimiento promover el consumo de agua y fibra (cereales integrales, frutas y verduras).
- Evitar los alimentos que causen algún tipo de intolerancia o alergia.
- El consumo de grasas debe ser limitado, se deben preferir las de origen vegetal como el aceite de oliva y el de girasol.
- Favorecer el uso de técnicas culinarias sencillas y moderar el uso aquellas en las que se utilicen gran cantidad de grasa y condimentos.
- Cocine con imaginación, elaborando recetas apetitosas y saludables.
- Si se tiene algún problema de masticación, los alimentos se deben de adecuar modificando su textura para su fácil deglución.
- Las personas con síndrome de Down tienen conciencia del cuidado hacia su salud, por tanto, debe promoverse la actividad física y el consumo de una dieta equilibrada, moderada y variada.
Recordemos que el síndrome de Down es una condición y no una enfermedad por lo tanto, no precisa tratamiento médico como tal. No existe ninguna medicina o tratamiento que puede eliminar el cromosoma “extra”. Sin embargo estos pacientes presentan unas características especiales y unas complicaciones que deben ser evaluadas regularmente.
Los niños necesitan más tiempo que el resto para alcanzar sus metas; los padres deben ser pacientes, constantes y optimistas, y deben apoyarles y animarles durante el camino. Las investigaciones realizadas en este campo han demostrado que la intervención temprana (durante los tres primeros años de vida) a nivel educacional y alimentario beneficia enormemente a los niños con síndrome de Down; en la adolescencia los padres deben prestar mayor atención en el desenvolvimiento social para que ellos puedan establecer relaciones sanas en su vida adulta donde podrán ser más independientes ya que se les ha proporcionado un cuidado adecuado desde el nacimiento.
El día 21 del mes 3, es decir, marzo de cada año se usa para conmemorar el Día Mundial del Síndrome de Down.
Referencias:
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https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/sindrome-de-down
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https://www.fen.org.es/blog/la-alimentacion-en-el-sindrome-de-down/#:~:text=Tener%20una%20alimentaci%C3%B3n%20variada%20incluyendo,integrales%2C%20frutas%20y%20verduras).
Padró Alba. Lactancia materna y Síndrome de Down. Alba Lactancia materna. 2020. Disponible en:
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La alimentación complementaria en niños con Síndrome de Down. Pediatría y Familia. 1 de septiembre de 2017. Disponible en:
https://pediatriayfamilia.com/ninos/la-alimentacion-complementaria-en-ninos-con-sindrome-de-down/